Estambul es también conocida como Bizancio, Constantinopla por los romanos, y finalmente por los otomanos como Istanbul.
Me gusta leer la historia de los lugares donde vamos, y sin duda la historia de Estambul es fascinante, como curiosidad: Marco Antonio y Cleopatra se citaban en Estambul.
Estambul está situada a lo largo del estrecho del Bósforo que une el Mar Mármara y el Mar Negro, además de una ría llamada el Cuerno de Oro. Su situación privilegiada ha hecho que a lo largo de la historia se hayan dado de bofetadas por el control de la ciudad, que se sitúa entre dos continentes.
Por allí pasaron los persas, los griegos, los espartanos, los galos, fue la segunda capital en el Imperio Romano, también se establecieron los árabes. Los genoveses y venecianos se establecieron en la zona de Gálata e iniciaron allí la Cuarta Cruzada, nuevamente dominada por los griegos y finalmente por los otomanos como su tercera capital, convirtiéndose después en el centro del mundo musulmán.

En el aeropuerto unas horas antes de volara a Estambul
El primer día en Estambul
Llegamos de madrugada sobre las cuatro de la mañana por un retraso en el vuelo de más de dos horas, después de pasar por el visado nos fuimos a recoger la maleta, con la sorpresa de que nos la habían roto, después de poner la reclamación, el grupo con nuestro guía nos esperaba fuera con impaciencia. Vimos amanecer en el autobús camino al hotel.
Si viajáis en un pequeño grupo por vuestra cuenta podéis reservar un traslado desde el aeropuerto a vuestro hotel en Estambul a través del siguiente enlace. No tiene un coste adicional para ti y al mismo tiempo estás contribuyes al mantenimiento de mi blog:
Tras dormir un rato desayunamos, nos fuimos a cambiar unos pocos euros por liras turcas en una de las oficinas oficiales de cambio, enfrente estaba la parada del tranvía y con él nos desplazamos hasta la estación de tren.
¡En el primer día de estancia abandoné unos cuantos perjuicios! Por varias experiencias laborables, tenía un mal concepto de los musulmanes; al ser mujer algunos me habían tratado como inferior, y es muy desagradable tratar con individuos que no aceptan la autoridad de una mujer.
Esperaba un trato parecido de los musulmanes turcos; había leído que en Estambul no eran musulmanes radicales, que convivían con cierta armonía las diferentes religiones y etnias ¡Pero allí, yo era una mujer y encima extranjera!
La sorpresa me la llevé a bordo del tranvía, estaba repleto y yo en el trayecto parecía una hoja mecida por un fuerte viento, aunque me agarraba fuertemente al asidero, iba de un lado a otro. Al poco de subir uno de los pasajeros me cedió su sitio, me dijo que me apoyara en un separador del descansillo y así lo hice. Después de aquel gesto, se sucedieron muchos más de otros musulmanes que me trataron con mucho cariño y respeto.
Si no has tenido tiempo de organizarlo o prefieres las ventajas y comodidades de una excursión guiada por lo más destacado de Estambul, puedes hacerlo reservándola a través del siguiente enlace que además no tiene un coste adicional para ti y al mismo tiempo contribuyes al mantenimiento de mi blog:
Cerca de la estación había una caseta donde te venden los bonos de trasporte público; también el akbil que sirve para cualquier de transporte en la ciudad de Estambul, incluido el transbordador. No tuvimos ningún problema para comunicarnos con el inglés rudimentario de Jose.
Cerca de la Mezquita Nueva hay una estación de autobuses donde cogimos el nº 90 para ir al barrio de Edirnekapı y visitar la Iglesia San Salvador in Chora: Kariye Camili; fue muy fácil legar gracias a las indicaciones del conductor del autocar.
Museo Kariye. Iglesia San Salvador en Chora, Kariye Camii Sok
Situada en el barrio de Edirnekapi. Autobús: 28, 86, 90. De 9:15 a 16:00 de Jueves a Martes.
Se encuentra cerca de las murallas de Teodosio.
Esta pequeña iglesia bizantina fue convertida en Mezquita por los otomanos y sus frescos y paneles de mosaicos fueron enjalbegados, limpiados y sacados a luz cuando la Mezquita fue convertida en museo después de la proclamación de la República.
La iglesia actual data del siglo XI.
Entre 1315 y 1321 se remodeló y, por encargo de Teodoro Metochites –un notable de su época- se incorporaron los frescos.
En la nave podemos observar tres escenas de mosaicos del siglo XIV.
Es bonita, pero aún sin querer, siempre se compara con lo que una ya ha visto antes, y nosotros ya habíamos visto mayores y mejores mosaicos en Sicilia, concretamente en la catedral de Monreale, creados por maestros bizantinos en el 1184.
Después nos fuimos a comer a uno de tantos pequeños locales de comidas.
En un mostrador estaba expuesta la comida ya preparada en bandejas y se escoge las raciones que se desea: verdura, legumbres, carnes salseadas, pescados o dulces, y luego te sirven en la mesa. Pedimos legumbres y dos raciones de carne con diferentes salsas.
Estaban sabrosísimas y nos costó menos de 5 € con bebida incluida.
Luego estuvimos callejeando, y después de dar como siete u ocho vueltas abandonamos la búsqueda de la Sinagoga de Ahrida, nos cruzamos con más de un judío pero no la encontramos. De camino paramos en una tienda turca para turcos, donde me compré un precioso pañuelo de seda multicolor, de los que usan ellas para cubrirse el cabello. Paseamos por Fenet, un barrio residencial poco turístico donde vimos varias yalis: casas de madera.
La iglesia de Pammakaristos: Fue una de las sedes del patriarcado griego, pero se convirtió en mezquita.
Cuando por fin pudimos llegar, habían cerrado apenas hacía media hora. Vimos las fachadas de la Mezquita de Selim l que estaba cerrada por obras. Nos costó mucho llegar: las calles son tipo judería, de las que ves asomar el edificio a lo lejos, pero no llegas nunca a él, das vueltas y vueltas, porque se han de tomar atajos o callejas intermedias para poder llegar. Después nos fuimos a la Iglesia del Pantocrátor, hoy mezquita, y también la encontramos cerrada.
La iglesia de San Esteban de los Búlgaros, se realizó en Viena en 1871 donde fue construida enteramente en hierro. Las piezas se enviaron al Cuerno de Oro y se ensamblaron en sus orillas, también estaba cerrada. Era como si hubiese una conjura secreta que nos impidió verlos: una razón más para volver a esta fabulosa ciudad.
Paseamos bordeando el Cuerno de Oro hasta el muelle de Balat, donde tomamos el último trasbordador hacia Eminönü.
El trayecto coincidió con la puesta de sol, fue precioso ver aquel atardecer en nuestro primer día en Estambul navegando por el Cuerno de Oro y contemplando la Torre Galata, la grandiosa Mezquita Azul y la imponente Santa Sofía.
Cerca de la parada en el mismo habían varias barcas con cocina abordo donde preparaban bocadillos de sardinas y pequeñas mesas en tierra firme, en el muelle, donde se podía cenar.
Como vimos familias cenando allí, nos pareció un buen sitio, permaneciendo el tiempo justo de la cena y se iban dejando las mesas libres.
Nos comimos un par de sabrosos bocadillos de sardinas rebozadas, con lechuga, y aderezadas con unas gotas de limón. Con la tripita llena, nos dirigimos al Puente de Galata a tomar alguna infusión, allí hay numerosos restaurantes.
Nos tomamos dos insípidos cafés (pese a haber pedido expresos), y por último, cruzamos el puente y fuimos a ver de cerca la Torre de Galata.
Finalmente desde allí tomamos el tranvía que nos acercó hasta el hotel a descansar para el largo día que nos esperaba.
Te dejo aquí varias posibilidades para hacer interesantes actividades y conocer Estambul, no tienen un coste adicional para ti y con ello estarás contribuyendo al mantenimiento de mi blog:
NOTAS VIAJERAS
Realizamos el viaje en circuito una la agencia y pasamos 3 noches en Estambul con desayuno incluido, y luego en un circuito: 1 noche en Ankara y 2 noches en Capadocia con excursiones y pensión completa (excepto bebida). ¡En el precio estaba incluido el traslado de Valencia al aeropuerto de Barcelona!
Para que se pueda dormir toda la noche de un tirón… es recomendable comprobar que cerca del hotel no haya alguna mezquita, para no oír de madrugada las llamadas a la oración a los fieles.
Elegimos el hotel de la promoción y tuvimos la suerte de que por la falta de plazas, nos asignaran un hotel superior al contratado: el Hotel Venera. Cerca del centro y lejos de mezquitas.
En los lugares más turísticos hay oficinas oficiales de cambio (es importante guardase el recibo).
Para poder acceder a cualquier mezquita hay que tener en cuenta que hay que descalzarse, y puede ser útil llevar una bolsa de plástico para poner nuestros zapatos, si no queremos dejarlos fuera. Además, las mujeres tenemos que cubrirnos el cabello y hombros si los llevamos destapados.
2 comentarios
Estoy deseando volver a Turquía y por esos precios me lo voy a plantear seriamente.
Gracias por compartir la información, lo voy a mirar.
Un besazo
Autor
A ti por comentar.
Un abrazo
Carmen