Antigua Guatemala o La Antigua se llama realmente Santiago de los Caballeros de Guatemala. Antigua, es sin duda una de las ciudades coloniales más bonitas de Centroamérica y cosmopolita, donde me sentí muy cómoda. Se encuentra a 1500 metros de altitud y tan sólo a 45 km de Ciudad de Guatemala. Es muy fácil llegar desde el aeropuerto de La Aurora y cada vez más turistas la visitan. Fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y Ciudad Monumental de las Américas.
Las calles de Antigua son empedradas y es un verdadero placer pasear por ellas, con sus coloridas casas coloniales. La presencia activa de los indios mayas con sus vistosos trajes vendiendo artesanía le dan un encanto especial, y que no te acosan para que les compres, como si lo hacen en otras partes, es un plus en la visita.
La policía aparte de patrullar las calles, también da información turística.
La primera vez que pasamos por Antigua días atrás, nos anularon el tour y no nos avisaron, nos enteramos después de llegar, una vez allí. Así que tuvimos que realizar por nuestra cuenta el viaje a Copán y dejar la visita a Antigua para días más tarde.
La segunda vez (la noche anterior), otro contratiempo… no nos esperaban sobre haber reservado con meses de antelación. “La aventura es la aventura” y el viajar por cuenta propia, tiene sus riesgos… En esta tercera visita las cosas nos iban a ir diferentes… dejamos los malos rollos atrás para poder disfrutar por fin de la visita a La Antigua.
De La Antigua se dice que es la ciudad colonial más bonita de América, y desde luego estoy totalmente de acuerdo. Antigua es una ciudad muy activa, alegre y muy turística, con lo que conlleva: muchos turistas y negocios para todos los bolsillos.
Si se quiere visitar con tranquilidad las iglesias, museos y palacios, harán falta al menos de dos a tres días. En Semana Santa, las calles se cubren con tapices de flores sobre los que desfilarán las procesiones. Las fiestas patronales son el 25 de julio, en honor a Santiago Apóstol.
Antigua es una ciudad tranquila y bulliciosa a la vez, es el hogar de un sinfín de artistas europeos y centroamericanos.
Si tuviese que elegir un color para definir a Antigua, este sería el amarillo ocre, porque está prácticamente en casi todas las fachadas o en sus detalles.
El sueño fue totalmente reparador. Desayunamos junto con la suegra del gerente de La Unión, Chochi, fue muy agradable la conversación y el desayuno muy rico, mucho mejor que en un hotel. En toda Centroamérica también te puedes hospedar en casa de una familia, salimos encantados con la experiencia.
Después de todo parecía que finalmente nuestro último día en Guatemala iba a ser un buen día, y además hacía un sol radiante cuando el pronóstico era de lluvia.
Por cierto, el yerno de Conchi nos cobró la noche en casa de su suegra, se disculpó pero sin grandes aspavientos, pero bueno a esas alturas ya estábamos acostumbrados a la tranquilidad de los centroamericanos, que por decirlo de alguna manera que no se sulfuran o se irritan mucho con los imprevistos, pero al fin y al cabo… no dormimos en la calle.
Los alrededores de Antigua están llenos de cafetales, lo que hace que La Antigua sea uno de los mayores productores de café de Guatemala y uno de los mejores del mundo; es por eso que hay tantas cafeterías en la ciudad, donde se puede tomar en la barra un buen café expreso y no de calcetín, como llamo yo al insípido café americano que no tiene casi sabor ni olor.
De cierta manera las cafeterías de Antigua, salvando las distancias, me recordaban un poco a las pequeñas cafeterías de Italia, porque también las cafeterías de Antigua son pequeños locales donde además hay bollería y no hay mesas para sentarse, como mucho un par y pequeñas.
Un poco de historia
Antigua está custodiada por tres volcanes: al sureste está el volcán Agua de 3766 metros de altitud, al suroeste se encuentra el volcán Fuego de 3763 metros de altitud y el volcán Acatenango al oeste con 3976 metros. Los tres volcanes están representados en el escudo de La Antigua, y por supuesto en su bandera.
La cercanía de los volcanes y su actividad, han hecho que a lo largo de su historia hayan sufrido continuas erupciones, inundaciones y terremotos, que afectaron a los edificios de la ciudad.
Antigua se fundó en el año 1543, tras intentarlo sin éxito en el valle de Almolonga, ya que al poco tiempo tras un terremoto quedó inundada y se decidió cambiar la ubicación unos kilómetros más lejos.
La ciudad pasó a ser la capital, llegando a ser una de las ciudades más importantes con 80.000 habitantes y con más de veinticinco órdenes religiosas, este es el motivo por el cual hay tantas iglesias, monasterios y conventos, muchos de ellos en estado ruinoso por los diferentes terremotos que hubieron.
Fue la tercera ciudad en tener imprenta, también tuvo una de las primeras Universidades de América. Pero su destino lo cambiaron varios terremotos que en 1773 prácticamente la asolaron, forzando el traslado de la capital a la actual Ciudad de Guatemala en el año 1776.
En la década de los años 60 del siglo pasado se inició la reconstrucción de Antigua, poco a poco y respetando el trazado y edificios originales. En el año 1979 fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Visitar La Antigua
La visita a la ciudad es muy fácil porque el trazado de las calles y avenidas son rectas, en forma de parrilla. De norte a sur están las avenidas y de este a oeste van las calles.
Después del desayuno fuimos a la Iglesia y Convento de la Orden Betlehemita que nos quedaba muy cerca, descubrimos que habían peregrinos y que algunos venían desde lejos para ver el Santo Hermano Pedro, San Pedro de Vilaflor o Pedro de San José Betancur, que fue un religioso español, en concreto de Tenerife. Hay un pequeño patio ajardinado con una fuente con un bonito mural en la pared.
El Santo Hermano Pedro es muy venerado, hay muchísima devoción por este santo. Fundó la orden y creó centros de acogida para los más pobres, ya fueran indígenas o vagabundos, también fundó la Orden de los Hermanos de Nuestra Señora de Bethlehem en 1656, la primera fundada en América.
La Iglesia de San Francisco es del siglo XVI y también ha sido reconstruida más de una vez, la última fue en el año 1967 después de que los franciscanos recuperaran la propiedad. El convento franciscano está en ruinas.
Estuvimos callejeando por las calles principales, llegamos a la Iglesia de la Merced, la fachada es muy barroca y con muchos relieves, me pareció preciosa.
Es una de las iglesias más nuevas de La Antigua, fue inaugurada 1767 y como no podía de ser de otra manera, la han reconstruido tres veces a causa de terremotos que casi la destruyen por completo, la última fue en el año 1855, de la que es original la bonita fachada.
Después de la visita, en el exterior había una familia celebrando los 15 años de una niña. Me hizo ilusión ver a la cumpleañera, algo que había visto en más de una película, les pedí hacer una foto de su celebración y accedieron sin ningún problema.
Las niñas más pequeñas que la acompañaban iban vestidas igual que la quinceañera. Por lo que sé, la fiesta de las niñas que cumplen 15 años es como una pequeña boda, y los padres se empeñan si hace falta para hacerle una gran fiesta, ya que representa el paso de niña a mujer.
No muy lejos de allí, en el Parque Central, también se estaba haciendo el reportaje fotográfico unos novios.
Cerca de la plaza en el bonito edificio de los Capitanes Generales hay dos museos: el Museo de Armas y el Museo del Libro Antiguo; recordar que Antigua tuvo unas de las primeras imprentas que se llevaron desde España. En la misma plaza también está el Ayuntamiento, y en frente la Catedral de San José.
Después de la visita a la Iglesia de la Merced estuvimos viendo fachadas de varias iglesias y edificios, como el antiguo Colegio y Convento de la Compañía de Jesús.
La visita a la Catedral de de Santiago o la Parroquia de San José de Antigua es interesante, se paga entrada. Como todos los edificios de la ciudad también ha sufrido por los diferentes terremotos, y lo curioso es que para construir esta catedral se trajeron los restos de otra que también sufrió un terremoto en el valle de Almolonga, en el primer lugar donde se intentó fundar Antigua con muy poco éxito y este fue el segundo intento en el año 1545. Sólo la cuarta parte del edificio de cinco naves está en pie, la fachada y dos de las capillas, el resto son ruinas con las bóvedas a cielo abierto.
Cerca está la Sede de Cooperación Española, aunque lamentablemente estaban cerradas todas las exposiciones, pudimos visitar el edificio. Nos hablaron de la gran labor que hacían, tanto ayudando a las personas más pobres, rehabilitando edificios, o en las aulas alfabetizando.
De allí nos fuimos a dar una vuelta al Mercado, donde también venden todo tipo de artesanía a mejor precio que en las tiendas. Yo terminé comprándome un bolso bordado de una tienda con una figura de la diosa maya del maíz y el dios del agua, me encantó y no vi ningún otro tan bonito como ese.
Y sin darnos cuenta se nos fue la mañana paseando por el mercado. Hubiese comprado muchas cosas pero nuestro capital era reducido, y como se nos hizo la hora de almorzar buscamos un restaurante donde hubiese tránsito de lugareños comiendo, deseábamos algo rápido para continuar con la visita y nos pareció un buen lugar para ir a comer el Vení Paracá Qui Xampe donde había un cartel enorme anunciando Combos Económicos, platos combinados desde el Pollo a 18 quetzales y el Churrasco típico a 39 quetzales.
Entramos porque vimos mucho trasiego de guatemaltecos, lo que hacía intuir que la comida sería buena y barata. Almorzamos en su terraza. No era un local muy bonito, pero sí funcional y muy cerca del mercado, fue económico, rápido y sabroso.
Ya con el estomago lleno continuamos con nuestra visita. Fue muy agradable pasear por las calles e ir descubriendo iglesias, monasterios y ruinas sin agobios de vendedores, más aun, cuando el buen tiempo nos acompañó todo el día.
En Antigua se encuentran todos los servicios que el viajero pueda necesitar: agencias de transportes, museos, todo tipo de hoteles, y un sin fin actividades; también hay muchas escuelas de español para estudiantes mayoritariamente estadounidenses.
En los alrededores de la ciudad también se pueden hacer muchas actividades. Excursiones para ascender al volcán o visitar el Cerro de la Cruz, visitar haciendas de café, visitar San Antonio Aguascalientes donde las mujeres mayas siguen trabajando con telares de cintura.
En el interior de las tiendas más grandes de Antigua se pueden ver a mujeres mayas trabajando con su telar como un reclamo turístico, en las que se puede hacer fotografías a cambio de una propina.
Ojo que si les haces la foto y no les pones dinero puede que se enfaden y te lo recriminen, al fin y al cabo están trabajando ganándose la vida honradamente, y es muy posible que su único sueldo sean las propinas de los turistas.
Los bonitos y coloridos trajes que visten, están hechos con estos telares desde antes de la llegada de los conquistadores.
En las tiendas encuentras artesanía de prácticamente todo el país y de La Antigua, que también es un importante centro cultural, algo que se respira cuando se visita por la cantidad de artesanos que hay trabajando en bajos.
Desde mi punto de vista esta bonita ciudad, nada tiene que ver con el resto de ciudades que visitamos en Centroamérica, tiene ese aire bohemio y mágico difícil de explicar que desprenden algunas ciudades europeas llenas de encanto que las hace únicas.
Cuando se acercó la hora de coger el último transporte en Guatemala, nos fuimos al supermercado para comprar provisiones para las 12 horas de autobús que nos esperaban el día siguiente desde Ciudad de Guatemala hasta Managua (Nicaragua) y después a merendar a un burguer.
Como todo en Antigua, incluso en las fachadas de los negocios del centro se respeta el estilo colonial: un pequeño cartel en la fachada indicaba que aquello era un Burguer King, y dentro, un patio con su fuentecita.
Todos los locales están muy cuidados, tal vez eso hace que Antigua sea tan especial. Deduzco que será una de las exigencias para ser una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
El trayecto a Guatemala fue muy agradable, coincidimos con otros viajeros españoles con los que estuvimos charlando todo el camino junto con el conductor. Nos dejó los primeros en el Hotel Santorini, llegamos algo tarde y nos acostamos en seguida, pues al día siguiente teníamos que madrugar mucho: nuestro autobús salía a las 4 de la mañana, así que no visitamos las instalaciones del hotel, nos pareció limpio y práctico, no le faltaba de nada.
Deseo haberte hecho pasar un rato agradable de lectura y si quieres comentar o hacer alguna aportación, será muy bienvenida.
¡Gracias y felices viajes!
NOTAS VIAJERAS
- Página web oficial de La Antigua (pincha aquí)
- La cultura y la forma de vivir es muy diferente a la de los europeos que vivimos proyectados en el futuro, mientras que el centroamericano vive el ahora y no es de extrañar que se anule una reserva y no se avise… Tal como nos pasó a nosotros en más de dos ocasiones.
- Es una de las ciudades más turísticas de Guatemala y aunque hay mucha oferta hotelera para todos los bolsillos es conveniente reservar con mucha antelación, sobre todo, si se va en la Semana Santa.
- No estaría demás llevar un paraguas, no para el agua, si no para las cenizas que a veces caen del volcán.
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