Varsovia es una ciudad relativamente nueva y su pasado más reciente: el comunista, con sus grandes edificios, muchos de ellos siguen en pie, y los edificios más antiguos que fueron reconstruidos. Tras la Segunda Guerra Mundial, en Varsovia sólo quedó en pie el 25% de los edificios. La Plaza de la Ciudad Vieja está reconstruida (es Patrimonio de la Humanidad), y se rehízo el mismo trazado que tenían las calles antes de ser destruidas. Del barrio judío solo quedó en pie una sinagoga.
La primera impresión de Varsovia fue muy buena, «amor a primera vista». Siempre he creído que esa primera impresión al llegar a una ciudad nueva es premonitoria de como transcurrirá su visita. ¡No me equivoqué! A pesar de que la llegada fue algo accidentada…. llegamos a Varsovia al amanecer y no sobre las 23 horas, como teníamos previsto, por un cúmulo de circunstancias…
En resumen, la noche anterior perdimos el tren para salir de Cracovia, ya que llegamos muy justos de tiempo para recoger nuestras maletas al hotel, y en recepción no nos pudieron atender enseguida ¡La entrada y la recepción era todo un espectáculo! Habían más de una veintena de personas y el griterío era tremendo… Profesores calmando a los alumnos, algunos que no dejaban de llorar y otros al borde del ataque de ansiedad, y… la alarma sonando sin parar. Parece ser que se había hundido un ascensor con sus jóvenes ocupantes por hacer el tonto dentro… ¡Estaban desbordados en la recepción!
Cuando llegó más personal a la recepción, ya era tarde, y nos quedaba la esperanza de que el tren llevara retraso… Salimos corriendo con nuestras maletas a la estación y a esto hay que sumarle que nos costó muchísimo encontrar la vía de nuestro tren. ¡Ya había salido, fue puntual!
Tuvimos que comprar nuevos billetes de tren a Varsovia. Nuestro tren salió a la 1 de la madrugada y para colmo de los colmos, se retrasó más de dos horas.
Descansamos un par de horas en el Hotel Chmielna y después de una reconfortante ducha, bajamos a desayunar con calma, afrontamos el intenso día que teníamos por delante….
En un paso subterráneo entre aceras y desde donde se accede también al metro, hay puestos donde venden comida, compramos un poco de bollería salada y la guardamos en la mochila (al iniciar el día solemos comprar un par de bocadillos o similar, para aprovechar mejor el tiempo y comer, merendar o lo que sea en colas o en los trayectos, algún parque, etc. Después fuimos a buscar el punto de encuentro para hacer la visita guiada «Varsovia Comunista» con la empresa Free Walking Tour Varsovia. Pasados 10 minutos de la hora, nos dimos cuenta de que nos habíamos equivocado con el lugar de encuentro ¡No estábamos en el Monumento a Charles de Gaulle cerca de la palmera artificial! Ya no podíamos hacer nada, estábamos a más de 1 km de donde tendríamos que estar, así que decidimos subir al mirador del Palacio de la Cultura y la Ciencia.
El Palacio de la Cultura y la Ciencia
El imponente Palacio domina la plaza, es de la época del Comunismo. Fue «un regalo» de los rusos al pueblo polaco. El edificio es muy polémico, aplaudido por muchos y criticado por otros que quisieran que desapareciera por pertenecer a la era comunista. Fue construido durante los años 1952 – 1955 por Lev Rudnev y es un emblema de la ciudad. El Palacio es el edificio más alto de Polonia. Tiene más de 3.000 habitaciones, en sus salas empresas e instituciones organizan conferencias y congresos, también está allí la Academia de Ciencias polaca, una oficina de correos, oficina turística, taquillas de billetes de autobús, un cine, varios museos, sala de conciertos (es la mayor de Polonia donde han actuado estrellas internacionales) y varios teatros. Se organizan visitas turísticas al interior del palacio, previa reserva.
Es el edificio más alto de la ciudad, el cielo estaba algo nublado y no sabíamos si podríamos tener buenas vistas… Pagamos la entrada al mirador tras una breve cola en el ascensor, en pocos segundos subimos al piso 30 hasta 237 metros de altura. El horario del mirador es de 09:00 a 18:00 horas.
Al poco de llegar se despejó y pudimos ver unas magnificas vistas, pocos minutos después se volvió a nublar y así permaneció prácticamente todo el día.
Se puede estar el tiempo que se desee. Arriba hay una cafetería, tienda de regalos y un pequeño museo. No estuvimos mucho rato porque, aparte de que hacía frío, queríamos visitar muchos otros sitios.
Bajamos los 30 pisos en el ascensor y antes de irnos compramos el billete de bus al aeropuerto para el día siguiente.
Cerca del palacio había una caravana con mucho paso de clientes donde servían hamburguesas para llevar, nos pareció un buen sitio puesto que con tanta clientela, seguro que sería todo muy fresco.
De allí nos fuimos a la oficina de información turística, que está justo detrás del palacio en el mismo edificio, pero su entrada es opuesta. Nos atendieron en español, y desde allí todo recto, llegábamos al Museo del Alzamiento de Varsovia (Muzeum Powstania Warszawskiego), pero eso ya pertenece al siguiente entrada.
NOTAS VIAJERAS
En Polonia operan diferentes compañías de tren y la ubicación de las taquillas y acceso a las vías no es el mismo.
Información en PDF de Polonia.
Articulo del diario El País: Imparable Varsovia.
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