En muchos aspectos ir a Marruecos es viajar en el tiempo…
Para la mayoría de occidentales la primera vez que se entra en contacto con una cultura tan diferente nos cuesta entender y adentrarnos en sus tradiciones y sus maneras… en el tranquilo amigo, la prisa mata. Porque en el Marruecos más tradicional, casi todo lleva su tiempo… y no deja indiferente a nadie.
El vuelo a Marrakech lo hicimos con Ryanair y todo fue bien, agradable. Aunque salió y llegó un poco más tarde de la hora prevista.
Llevábamos en danza desde la última hora de la mañana y de hecho almorzamos en la zona franca del aeropuerto de Valencia, en una hamburguesería.
Después de aterrizar en Marrakech y tras bajar del avión, teníamos que pasar por la cola de aduanas para sellar el pasaporte.
Ya estaba oscureciendo, estábamos muy cansados y sudando con la calor de Agosto. La verdad es que ese primer contacto no fue muy bueno, nos costó bastante llegar a la ventanilla para que nos pusieran el sello de entrada al país… se suponía que nos estaban esperando alguien de la agencia de viajes.
Pero pasados más de veinte minutos, cuando era ya completamente de noche en un país extranjero y sin hablar el idioma, ya nos estábamos planteando llamar a la oficina en España de la agencia.
En ese momento, cuando ya nos estábamos poniendo nerviosos y empezando a ver las opciones que teníamos, se acercó alguien y nos preguntó a quién esperábamos… al decirle el nombre de la agencia, nos dijo que él era el dueño de la agencia. Nos pareció un poco extraño todo, teníamos la sensación de que nos estaban timando…
Al preguntarle porqué no llevaban un cartel o se habían acercado antes, nos contestó que esperaban a tres personas, y como habían visto sólo una pareja (nuestro amigo había salido a fumar) dieron por hecho que no éramos sus clientes. Finalmente respiramos tranquilos…
Ya con todo aclarado nos llevaron al hotel que habíamos contratado con media pensión, aparentemente eran ellos, nos relajamos y nos propusimos disfrutar de la tarde-noche.
En la Plaza Jemaa el-Fna
Después de cenar fuimos a dar una vuelta. Nos dirigimos hacia la Plaza Jemaa el-Fna, pero antes nos tomamos un helado. Marrakech es como cualquier ciudad europea en cuanto a servicios. A pesar de que la capital es Rabat, Marrakech es la que más turistas recibe.
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Tatuajes de Henna.
Tal como esperábamos la Plaza Jemaa el-Fna estaba llena de gente, era como un mercado nocturno, alegre y ruidoso. En ningún momento tuvimos sensación de inseguridad. Habían puestos ambulantes de caracoles, de comida asada, carritos donde se vendían zumos, mujeres que hacían tatuajes con henna…
Se me ocurrió preguntarte a un grupo de mujeres cuánto costaba que me hicieran un tatuaje, de inmediato una de ellas me cogió la mano y mientras que otra me hablaba en español, en unos cuantos segundos su amiga ya me había pintado con henna casi la mitad de la mano.
Estábamos advertidos de que en Marruecos se ha de negociar todo antes, si no quieres que te vacíen la cartera en unos pocos días… ¡Pero no me dio tiempo a nada!
La novatada me costó 30 euros al cambio, eso era casi el coste de la noche de hotel. Estaba claro que tendríamos que estar más atentos en los días que íbamos a pasar allí. Pero aun así, todos los días habían varias y nuevas formas en las que vaciaban nuestros pequeños monederos, pero eso lo iré narrando con el transcurrir de nuestra aventura marroquí en la gran ciudad.
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Espero haberte hecho pasar un ratito agradable de lectura. Si quieres hacer algún comentario o aportación, será bienvenido.
¡Gracias y felices viajes!
NOTAS VIAJERAS
Nos alojamos en el Hotel Almas. Está ubicado en el Boulevard Moulay Rachidun en un barrio relativamente moderno a poco más de dos kilómetros hacia el noroeste de la Plaza Jemaa el-Fna. Las habitaciones son grandes.
En general l@s marroquíes son muy amables y serviciales, pero también abundan much@s listill@s que intentan exprimir al visitante… Es aconsejable negociarlo todo por adelantado, y que quede muy claro en la moneda que se se está negociando, ya que no es lo mismo negociar en dirhams que en euros que tienen más valor.
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6 comentarios
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Desde el inicio de tu relato voy a seguirte consciente que leyéndolo voy a aprender mucho de ese lugar que no conozco.
Autor
Muchas gracias!
Sera un placer. Un abrazo
Jajajaj amiga eso es Marruecos una pelea continua de regateo
Saludos
Marga viaja
Autor
¡Gracias por tu comentario!
¡Un beso!
Marruecos es tan intenso que a todos nos pega una bofetada al llegar, por mucho que nos avisaran. Pero enseguida te acostumbras a su forma de negociar y hacer las cosas.
¡Un saludo!
Eva
Autor
Totalmente de acuerdo ¡El cruce cultural es brutal!
Muchas gracias Eva por tu aportación.
Un cordial saludo.
Carmen