Destino Santa Elena, Costa Rica

Ana Carolina nos llevó con su coche a la parada de bus de Managua para coger el autobús que nos llevaría hasta la frontera nicaragüense/costarricense de Peñas Blancas.

Cuando abrió la puerta del maletero de su coche nuestras mochilas…. fueron por el aire de nuevo. La familiar sensación de temor al tiempo de una cierta nostalgia al saber que, posiblemente, esa sería la última vez que viésemos nuestras mochilas viajando por encima de nuestras cabezas… hasta la baca del autobús.

El viaje fue relativamente cómodo hasta la frontera nicaragüense, y una vez allí, estaban las mismas caras de unos días antes: los cambiadores de dinero revoloteando alrededor de los transeúntes que íbamos o veníamos, la señora que ponía cremita ofreciendo su servicio a grito pelado, los vendedores de refrescos en bolsas de plástico con pajita cómodamente sentados enfrente de su parada, el de los bolis feos, el que vendía cinturones, las señoras que vendían tortitas, papas, dulces y demás…

La señora de marón, es la que ponía la cremita

La señora de las cremitas y vendedoras de bebidas.

Todo aquello nos parecía muy pintoresco, me hubiese gustado fotografiar de nuevo aquel ambiente, para mí surrealista, pero teníamos mucha prisa ya que había muchas personas ese día para pasar las fronteras.

Con todo nuestro equipaje pasamos por emigración y nos afanamos por pasar de nuevo por todos los trámites: cola y registro de equipaje.

De allí, pasábamos a una sala muy grande con muchas ventanillas de salida y de entrada donde se paga la cuota de aduana, y después, el cuño nicaragüense en el pasaporte.

En la aduanan nicaragüense

En la aduanan nicaragüense.

Después de un corredor, de nuevo otra cola, esta vez para entrar a Costa Rica: más registro de equipaje, más ventanillas donde pagar impuestos pero bajo un sol de justicia: no se accede a un recinto techado, sino que con hierros firmemente fijados al suelo que separaban las colas en corredores con estrecho pasillo y con la gente empujando para resguardarse en la poca sombra que había.

Después de realizar las gestiones empapados de sudor, otra nueva cola al sol para tomar el bus de King Quality en dirección a San José.

El bus de mexicana KinQualy, ofrece un bien servicio, rápido y cómodo.

El bus de mexicana KinQualy, ofrece un bien servicio, rápido y cómodo.

Las compañías de autobuses internacionales de King Quality o Ticabus suelen gestionar los trámites de aduana, y unos minutos antes de llegar l@s azafat@s te dan el impreso para rellenar y  en ocasiones hasta recogen el pasaporte, la cuota aduanera, y lo gestionan.

Mientras esperábamos a que estuvieran hechos los tramites de todos los pasajeros ya en la frontera costarricense, me fui a por provisiones para el viaje. Casi tuve el tiempo justo de comprar el almuerzo, cuando llegué el azafato ya había empezado a devolver a cada viajer@ el pasaporte, entre el fardo de pasaportes que tenía en las manos. Nosotros fuimos los últimos, eso sí, tuvimos que mostrar nuestro sello de entrada.

Pasadas unas horas llegamos a nuestro destino y nos bajamos en la parada de la Gasolinera de La Irma. A esas alturas estábamos reventados y aun nos quedaba subir hasta Santa Elena en otro autobús.

En la parada éramos nosotros y otra pareja que llegó después, él acompañaba a ella que iba a tomar un autobús a San José. Nos dijeron que el autobús (sólo había uno) de Santa Elena no iba a pasar porque se había averiado. Merodeando por allí habían algunos taxistas que nos pedían mucho dinero por llevarnos, pero tuvimos la gran suerte de que el chico se ofreció a llevarnos una vez su novia se marchara.

Dirección a Santa Elena, Monteverde

Dirección a Santa Elena, Monteverde

Amablemente nos llevó hasta donde vivía él, un pequeño pueblo a medio camino. Sintiéndolo mucho no me acuerdo de su nombre y además perdimos su dirección de su correo electrónico.

Una vez allí, desde su casa llamó a un amigo taxista para que nos llevara hasta Santa Elena.

El taxista nos recomendó un par de hoteles y finalmente nos hospedamos en Tree House dos noches.

Una vez refrescados y con ropa limpia fuimos a la agencia de viajes Info-Center & Hotel Camino Verde donde contratamos tres excursiones: una diurna y otra nocturna para el día siguiente a la Reserva de Santa Elena, y la tercera para la mañana de nuestra partida con un ornitólogo que nos llevaría a buscar el famoso pájaro quetzal.

Después estuvimos cenando en un local cercano, y de allí a dormir a pierna suelta para recuperar la energía suficiente para el largo día que nos esperaba desde las siete de la mañana.

NOTAS VIAJERAS

  • Hotel Tree House : en Santa Elena, Costa Rica. Con buen servicio (Web aquí)
  • Hotel & Info Center Camino Verde: Contratamos con ellos tres  excursiones Excursiones: 2 a la Reserva Bosque Nuboso Santa Elena (Diurna y nocturna) y otra con un ornitólogo. Muy buen servicio y trato. (web aquí)

 

MAPA INTERACTIVO

 

SUSCRIPCIÓN

Suscríbete gratis a La Bitácora y recibe un aviso cuando publiquemos nuevas entradas...



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

error: