Bastimentos y su Parque Natural Marino. Panamá

La Isla Bastimentos está bañada por las aguas cristalinas del Mar Caribe. Con sus 52 km² Bastimentos es una de las islas más grandes de Panamá. Prácticamente toda la isla es un Parque Nacional. Su selva es tropical, rodeada de manglares, y en ella hay mucha biodiversidad.

En el hotel de Bastimentos.

En el hotel de Bastimentos.

La primera noche en Isla Bastimentos fue genial, vimos una hermosa puesta de sol y disfrutamos mucho de la cena a pesar del cansancio del viaje. Creo que antes de poner el segundo pie dentro de la cama, me quedé dormida profundamente.

El día salió con alguna nube, pero por lo menos no nos llovía como el día anterior cuando llegamos a las islas, ¡el día prometía!

Con Fran podíamos acortar o alargar las visitas e ir a nuestro aire y lo más importante para nosotros, contribuíamos a la riqueza local al contratar directamente y no a un subcontratado de alguna empresa internacional.

Normalmente las barcas para los turistas son mucho más grandes, para una veintena de personas, algo de lo que en la medida de nuestras posibilidades solemos huir… ¡Tanta gente junta suele impedir disfrutar de los sonidos y a veces también de las vistas!

Fran en el archipiélago de Bocas de Toro.

Fran en el archipiélago de Bocas de Toro.

El desayuno del hotel no estuvo a la hora acordada, y además de caro, escaso.

Por los 10$ que costaba nos dieron unas galletas industriales con su bolsita de plástico, zumo y café aguado. ¡La noche anterior por 15$ en el Restaurante Roots cenamos dos platos combinados con zumo natural y patatas…! Las tres noches con el desayuno, las reservamos con antelación, cosa que ya no podíamos cambiar… pero aprendimos de ello.

Lo primero que hizo Fran tras recogernos del hotel, fue una parada para poner gasolina a la barca con el dinero que le dimos. Esto nos confirmó que habíamos hecho una buena elección y que tal y como pretendíamos, nuestro dinero por los servicios contratados, se iban a quedar en la zona.

Estación de servicio en Bastimentos

Estación de servicio en Bastimentos

El día anterior llegamos a un acuerdo con Fran, la persona que nos llevó desde Bocas de Toro a la isla de Bastimentos, para realizar visitas por la zona. Nos propuso ir durante el primer día a Bahía de los DelfinesCayos Zapatilla, Cayo Coral,  la playa de la Rana Roja y Cayo Hospital. 

Y para el segundo día (siguiente artículo) iríamos a Isla Pájaro,  Boca de Drago, Playa Estrella y por último a el lujoso Acqua Lodge de Punta Caracol. Nos pareció bien, tampoco conocíamos la zona, no encontramos mucha información del lugar así que nos dejamos asesorar.

La Bahía de los Delfines

La Bahía de los Delfines

La Bahía de los Delfines

Estábamos muy emocionados con la idea de poder ver delfines en libertad en la Laguna Bocatorito, a una pequeña comunidad de delfines de boca de botella.

Delfines nadando

Delfines nadando

Llegamos con el culo un poco magullado por los botes de la barca hasta la Bahía de los Delfines, donde pudimos avistar a varios de ellos nadando y jugando en libertad, de lejos, pero los vimos.

Pero también es verdad que nosotros al ir con una barca más pequeña, nos tuvimos que mantener algo lejos, porque las otras barcas con sus movimientos hacían balancearse a la nuestra y nos teníamos que mantener algo alejados, pero sinceramente no nos importó. Allí estábamos en una bahía rodeados de mangle siendo testigos de la vida que hay en ella. ¡Todo un subidón!

Los Delfines en libertad jugueteando en la Bahía

Los Delfines en libertad jugueteando en la Bahía

Mientras que nosotros íbamos solos con Fran, en las otras barcas a excepción de una, había como una veintena de personas en cada una de ellas y las que estaban sentadas en el extremo opuesto de la barca donde estaban los delfines, ni los veían.

Cayos Zapatilla

Cayos Zapatilla.

Cayos Zapatilla

La única forma de ir es por mar en barca. La entrada es de diez dólares por persona.

Está deshabitada y es un lugar protegido, forma parte del Parque Nacional Marino de Bastimentos. 

Pasado un rato nos pusimos rumbo a Cayos Zapatilla. Se le llama Cayos Zapatilla porque son dos cayos y tienen forma de zapatilla.

La impenetrable vegetación del bosque tropical de Cayos Zapatilla.

La impenetrable vegetación del bosque tropical de Cayos Zapatilla.

Los Cayos Zapatillas están al noreste del parque de Bastimentos. Rodeadas de finísima arena blanca y de arrecifes de coral de la barrera de coral centroamericana.

Pudimos disfrutar, para nosotros solos, de unas de las mejores playas paradisíacas que existen, y escenario de varias ediciones de «Supervivientes», eso es lo que nos dijo Fran.

Nos llevó por la parte menos turística y en la que no se paga la cuota de la entrada.

En Cayos zapatilla

En Cayos zapatilla

En la misma playa encontramos un tortuguita, a la cual le hice todo un reportaje fotográfico. Fran nos dijo que intentaban repoblar la playa con tortugas.

En Cayos Zapatilla y su fina arena de coral.

En Cayos Zapatilla y su fina arena de coral.

Llama la atención que los cayos son tal cual se ven en la tele en los realites de Supervivientes, el trocito de playa es de fino coral, no es de arena, y no es demasiado grande porque a pocos metros empieza la vegetación, la selva con palmeras y plantas que impiden el paso, es casi impenetrable a menos que se las corte para poder pasar.

En el Cayo Coral

En el Cayo Coral

Cayo Coral

Más tarde Fran nos llevó hasta el embarcadero de un restaurante en Cayo Coral donde se puede comer. Es un cayo en mitad de la nada, en aguas poco profundas y transparentes, donde hay un restaurante donde los turistas pueden comer, tomar un refresco y nadar o bucear para ver los arrecifes de coral y los peces de colores.

Fran se acercó al embarcadero y subimos a su muelle. No había muchos turistas ese día, él se quedó en la barca.

¡Era fantástico, estábamos viendo al natural los documentales de la 2!

¡Era fantástico, estábamos viendo al natural los documentales de la 2!

El lugar me pareció muy agradable, ideal para un primer contacto con el arrecife, sobre todo para niños pequeños.

El día estaba nublado y los corales no lucían con todo su esplendor, estaba todo como más apagado.

Jose en el Cayo Coral

Jose en el Cayo Coral.

Allí fue la primera vez que hicimos snorkel en el Caribe. Desde el embarcadero, hay escaleras que facilitaban bajar al agua. Creo que Jose estaba más emocionado que yo, que ya es decir. ¡Qué maravilla, cuántos corales! ¡Aquello era un sueño hecho realidad!

Morena escondida entre los corales

Morena escondida entre los corales.

No se el tiempo que pasamos allí, porque con tanta emoción perdí la noción del tiempo, se que pasamos un buen rato. ¡Era fantástico, estábamos viendo al natural los documentales de la 2!

El embarcadero del Parque de La Ranita Roja (Red Frog Beach

El embarcadero del Parque de La Ranita Roja (Red Frog Beach).

Playa de la Rana Roja

Luego fuimos a la popular playa de la Rana Roja, característica por sus endémicas ranitas rojas.

Para entrar se paga en la taquilla que se encuentra en el mismo embarcadero, después el camino está indicado por una plataforma o camino que termina en la playa. Hay carteles donde te dicen que vas a ver las ranitas rojas, pero lo cierto es que cuando fuimos las ranitas no las vimos, brillaron por su ausencia.

Jose en el Parque de La Ranita Roja (Red Frog Beach

Jose en el Parque de La Ranita Roja (Red Frog Beach).

Hay una especie de plataforma hecha con tableros que atraviesa el bosque lluvioso y una laguna. Después el camino de madera pasa a ser un camino de tierra, que es el que te lleva hasta la bonita playa. Ojo que la corrientes son muy fuertes.

Recorrimos un sendero que nos llevó hasta la playa, sin prisas admirando el bosque y la altitud de los arboles, hay carteles informativos en algunos tramos.

Las famosas ranitas rojas

Las famosas ranitas rojas.

Tal como nos había dicho Fran, si queríamos verla sería porque los niños nos la enseñarían por una propina (un dolar) y así fue, al poco de pisar la playa aparecieron tres niños con unas hojas en las manos. con las que llevaban las famosas ranitas rojas.

Nos enseñaron las pequeñas ranitas rojas y nos pidieron un dólar. Estamos en contra de este tipo de cosas, pero decidimos hacer una excepción y les dimos un dólar a cada uno de los niños.

Las famosas ranitas por lo pequeñas que son… son difíciles de ver, pero no son tan pequeñas como dicen, como una uña… bueno si nos referimos a la uña del dedo gordo del pie de un adulto… podría ser… Pero tal y como se ve en la foto, la ranita vendría a ser como la uña y falange de un dedo de la mano.

La ranita roja en mi mano.

La ranita roja en mi mano.

Si se tocan hay que lavarse las manos, porque si tenemos una herido su veneno puede penetrar en la herida y causarnos hasta la muerte, es muy venenosa.

He de confesar que yo no sabía que las ranitas son venenosas, las toqué y puse una de las ranitas en mi mano, me enteré después de lo inconsciente que fui, porque la niña mayor me dijo que me lavara las manos con el agua de la orilla de la playa, así lo hice.

Por lo tanto si visitáis la zona y os encontráis con alguna de estas ranitas ¡No las toquéis! Su veneno es el que utilizan los locales en sus flechas para cazar. Fran nos dijo después de la visita que las ranitas eran fáciles de ver si te adentras en la selva desde la playa, lejos de las plataformas habilitadas para los turistas.

Cayo o Punta Hospital

La última excursión del día terminó en la Isla Solarte, en Punta Hospital, un antiguo hospital donde pudimos bucear entre corales y peces tropicales.

No nos gustó mucho porque estaba turísticamente explotado. Fue complicado encontrar un sitio donde sentarse en la orilla, así que estuvimos muy poco fuera del agua, tampoco quisimos comer allí y alargar más la excursión, preferíamos hacer una comida-merienda en nuestro restaurante favorito.

El suelo marino de Punta Hospital no es tan espectacular como el de los demás sitios que visitamos, pero aun así, merece la pena la visita porque habían muchos bancos de alevines, miles de pececitos nadando entre los corales.

Después de un rato en el que estuvimos nadando y haciendo fotos (la foto de portada es de Cayo Hospital), nuestra excursión finalizó a media tarde.

El fondo marino de Punta Hospital

El fondo marino de Punta Hospital.

Después de una ducha y ración extra de spray anti-mosquitos, nos queríamos ir a cenar a nuestro local favorito y ver la puesta de sol, con la mala fortuna de que nos cruzamos con el gerente de nuestro hotel, que nos presionó para que cenáramos en el restaurante del hotel: y tontos de nosotros, nos sentimos mal con sus reproches y accedimos.

Nos preguntó lo que queríamos para cenar (nos dijo lo que tenía) y a qué hora, para que la cocinera lo descongelara…

¡Increíble, congelado en una isla pesquera! Cenamos por el doble de precio que en el Restaurante Roots. Nos pareció muy caro.

Hoy no cenaríamos allí ni de coña, pero bueno, de los errores se aprende y no volvimos a caer en sus presiones para cenar o almorzar.

El Restaurante Roots.

Nos acostamos pronto para estar descansados para el emocionante día que nos esperaba en el Archipiélago de Bocas de Toro y último día en Bastimentos.

 

Deseo haberte hecho pasar un ratito agradable de lectura y que continúes leyendo nuestro segundo día en el Parque Nacional Isla de Bastimentos, si quieres comentar o hacer alguna aportación, será muy bienvenida.

¡Gracias y felices viajes!

 

NOTAS VIAJERAS

Siempre es más barato negociar las excursiones con personas locales y se contribuye a la economía local.

Tanto las gafas, tubo y aletas de buceo, las llevábamos nosotros desde casa, en ese momento fue un acierto, pero hoy en día, las hubiera comprado allí y hubiésemos ido más ligeros y no tan cargados.

La página turística oficial de Bocas de Toro (pincha aquí).

 

Ninguno de los establecimiento que cito en este artículo, me han desembolsado ni invitado absolutamente a nada. Mi criterio es totalmente independiente.

 

MAPA INTERACTIVO

 

SUSCRIPCIÓN

Suscríbete gratis a La Bitácora y recibe un aviso cuando publiquemos nuevas entradas...



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

error: