Esauira es una bonita ciudad blanca y amurallada de la costa atlántica de Marruecos que nos dejó envolver por su magnetismo y belleza. Con una extensión 90 km² su bahía tiene 4 km.
La ciudad suele acoger a viajeros independientes, visitantes locales y mayoritariamente turistas franceses. Afortunadamente al estar algo lejos de Marrakech, a 176 km. que son algo más de 2 horas de carretera, ayuda a que no sea un destino turístico de masas como lo es Marrakech, y a esto hay que sumarle el fuerte viento de los alisios que no hace muy apetecible el baño para los turistas de playa, eso sí, es un paraíso para los amantes de la tabla-cometa (kitesurf o kitesurfing o windsurf) tabla con vela.
En Esauira hace una temperatura muy suave, un agradable respiro si se viene de Marrakech donde la temperatura es tórrida y pegajosa. Las murallas protegen del viento a su medina, que está declarada patrimonio de la Humanidad.
Por cierto, la medina de Esauira es muy diferente a las medinas de las principales ciudades de Marruecos.
Cuando se visita nos sorprende que los cañones españoles en la muralla de piedra almenada, fueran el escenario elegido para la película Otelo de Orson Welles, también Juego de Tronos.
¡No sé cómo es que no se ruedan más películas aquí!

Esauira en la 3 temporada de Juego de Tronos, es la ciudad de Astapor. Imagen de Internet de Game Of Thrones
CÓMO LLEGAR
Se puede llegar en autobús en dos horas y media, también con un grand-taxi (que normalmente se comparte con otros viajeros, o no se quiere se pagan todas las plazas), con coche de alquiler, y también con una agencia desde Marrakech, las agencias ofertan la excursión para un día en minibus.
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La segunda es en carretera para ver las cabras subidas al árbol de argán y por supuesto…. hay que dar propina «a los guardianes de las cabras» y a la que te descuidas te darán una cabrita para que te puedas fotografiar con ella, por otra propina, claro está. Yo no pude resistirme a las turistadas y llevarme mis bonitos recuerdos.
Y la última parada es en una de las cooperativas del argán. Si no se desea comprar o entrar dentro, se puede quedar fuera en el estacionamiento y estirar las piernas.
La gran mayoría de las agencias, te dicen que el tiempo libre en la ciudad de Esauira es de 4 a 5 horas, pero por lo general suele ser una hora menos o incluso menos todavía de lo acordado…
En cualquier caso sugiero que se negocie la tarifa, del taxi o de la excursión, porque suelen estar muy inflados. El autobús urbano suele tener un precio fijo por persona.
LA VISITA A ESAUIRA
Se puede ver Esauira en unas horas tranquilamente, pero los que decidimos hospedarnos y pasar la noche nos alegramos porque es un lugar con mucho encanto.
Esauira tiene ese aire romántico algo decadente que tanto me gustan de las ciudades que fueron muy importantes, y a la vez, aun conserva un poco de su grandeza de lo que un día fue y ya no es.
Lo primero que me llamó la atención es que a pesar de estar en el Atlántico, la gente paseaba como en cualquier ciudad mediterránea, tanto turistas como locales, para ver y ser visto.
En los arcos de la muralla hay muchos talleres, donde es fácil ver trabajar a los artesanos.
Esauira es una ciudad que tradicionalmente se ha dedicado a la pesca y a la marquetería que se ve por las tiendas de recuerdos en todo Marruecos.
Mayoritariamente aquí viven pescadores de sardinas y artesanos que es fácil ver en sus talleres-tiendas trabajando con madera de tuya con sus diseños acabados tan brillantes, que parecen de plástico en vez de madera.
También hay muchas galerías de artistas locales.
En el zoco hay un poco de todo, ropa, objetos hechos de piel, etc, la gran mayoría de indicaciones o carteles están en francés y en árabe.
La medina de Esauira nada tiene que ver con el resto de Marruecos, las calles fueron diseñadas para que fueran anchas y rectas.
Te invitan a pasearlas sin agobios, sobre todo por la noche, cuando los turistas se han ido. Tienen un cierto aire europeo, pero a la vez también marroquí.
En la plaza hay galerías de arte, varios cafés, bares y restaurantes.
También hay tiendas donde te venden los famosos productos hechos con el aceite de argán, como jabones, cremas, aceite alimenticio, etc. Normalmente son dependientas las que atienden al publico, algo que no me pareció muy habitual en Marruecos.
El aceite de argán, se extraen del árbol de argán que crecen por la zona.
En el paseo marítimo hay más de una docena de casetas donde se puede comer pescado, compras el pescado allí mismo, te lo pesan y después te preparan, o bien se puede ir con el pescado comprado en el puerto directamente a los pescadores.
Vimos muchas familias de marroquíes comiendo y nos pareció un buen sitio para almorzar, así que nos dimos una vuelta para elegir alguna caseta donde comer.
Las guías turísticas indican que a los turistas nos suelen timar y nos cobran de más, hay que controlar que se nos cobre lo que marca el peso del pescado.
Hay más opciones para comer… en la medina o en la plaza, bares, restaurantes o pizzerias.
Estuvimos mirando para ver donde comíamos, en una de las casetas me insistieron para que me sentara y no accedí, le dije que iba a dar una vuelta primero antes e elegir sitio, empezó a ponerse agresivo y terminó insultándome. Ni lo miré, seguí mi camino.
Aunque se me fueron las ganas de comer allí, no dejé que un impresentable me amargara la comida y finalmente fuimos a a la caseta número 22, donde estaba comiendo una numerosa familia marroquí.
Elegimos lo que más nos gustó y también sardinas, que es el lo más típico, cuando nos sirvieron estaba todo buenísimo, menos las sardinas que parecía que les habían dado vuelta y vuelta. Les pedí por favor que las hicieran un poco más, en menos de cinco minutos vinieron de regreso…
¡A las sardinas le tostaron un poco más las escamas… vuelta y vuelta y arreando! ¡Seguía casi cruda! Como estábamos llenos y no teníamos ganas de discutir, se quedaron en la mesa porque ni los gatos las quisieron.
El Museo Sidi Mohammed ben Abdallah
Se puede visitar el Museo Sidi Mohammed ben Abdallah (en francés : «Musée Sidi Mohammed ben Abdallah») que es un palacio del siglo XIX en Rue Laâlouj, el museo tiene el nombre del fundador de la ciudad.
En el museo es más bien de historia de la ciudad de Esaouira.
Se exponen joyas, instrumentos musicales, alfombras, cerámica, objetos y mobiliario hechos con tuya, monedas, armas, instrumentos judíos, estos últimos deduzco que cedidos por la numerosa comunidad que vivió aquí en el mellah (al noreste de la medina), hoy casi abandonada porque emigraron al Territorio Ocupado.
Algunos modelos de techo hechos de madera teñida, y una variedad de áreas de Zuwaira y atracciones de la zona.
CONCLUSIONES DESPUÉS DE MI VISITA
Aconsejaría pasar una noche como mínimo, o sea dos días enteros, y pasear, caminar sin rumbo por sus mil y un rincones, para perderse por sus calles y descubrirlos.
Pasarse por los talleres de marquetería y ver cómo los artesanos trabajan con madera y raíces de tuya, que es un árbol que crece por la zona.
Da la sensación que en Esaura las mujeres marroquíes forman más parte de la sociedad, se las ve fácilmente en la calle hablando entre ellas, y a otras se les ve con sus familias paseando y haciéndose fotos, evidentemente son turistas. En general parece que la gente en Esauira está alegre.
En verano se celebran varios festivales musicales. En los años 70 se puso de moda entre los bohemios y artistas, y muchos se quedaron aquí.
Da gusto pasear por el zoco ya que los vendedores no te abordan con mil y un productos. A menos que tu les digas nada o preguntes, te dejan tranquila mirando sus cosas, que suelen llevar el precio puesto.
Nosotros nos hospedamos fuera de la muralla, en un hotel donde nos trataron muy bien.
El único problema fue que los baños olían fatal porque parece que tuvieron un problemas con la tuberías, pero que solucionñe gracias a «mi kit de supervivencia viajera» en el que va tengo un pulverizador pequeño, con ambientador concentrado para baños.
Un poco de historia de Esauira
Han habido varios asentamientos, los fenicios lo llamaron Karikon Telichos, en el siglo VII antes de nuestra era se instalaron aquí porque en las Islas Púrpuras, frente a Essauira, es de donde tenían la materia prima para hacer el tinte del color púrpura (del caracol múrex) para teñir las togas del Senado Imperial Romano.
También los portugueses se establecieron aquí en el siglo XV y lo llamaron Mogador, donde crearon un puerto franco, un punto estratégico militar.
Desde su puerto se comerciaba todo tipo de mercancías, incluidos esclavos.
La ciudad como tal, es relativamente joven. La fundó en el 1764 el sultán Sidi Mohamed Abdellan, con la intención de hacer una base naval y activar el comercio marítimo de oro, marfil y esclavos.
El sultán se la encargó al arquitecto francés Cornut de Avingon y a Ahmed de Inglesi, un prisionero inglés. Su construcción esa inspirada en el pueblo francés de Saint-Malo. Pronto se instalaron vicecónsules europeos, y la comunidad judía aquí fue muy numerosa afincándose aquí.
En el siglo XVIII el 40% del tráfico marítimo pasaba por su puerto. Era el destino de las caravanas del África Subsahariana.
Tanto en Europa como en América se le conocía como el Puerto de Tumbuctú. Después durante el protectorado francés, se potenció el puerto de Casablanca y Esauira quedó en un segundo plano.
Deseo haberte hecho pasar un rato agradable de lectura y si quieres hacer algún comentario o aportación, será bienvenido.
¡Gracias y felices viajes!
NOTAS VIAJERAS
Si la opción elegida para ir es el autobús, al ser un destino popular, es conveniente que se reserve con dos días mínimo de antelación, para no correr el riesgo de no poder ir.
La medina es totalmente peatonal, si se alquila un auto y se hospeda en la medina, el coche se quedará fuera. A lo largo del paseo marítimo hay hoteles para todos los bolsillos.
Después de mi experiencia, recomiendo elegir muy bien la caseta para comer pescado, partiendo de la base de que a los turistas nos suelen cobrar más del doble.
Asumo que por ser una turista me van a cobrar más… pero llega un momento en el que se está enzarzada en una discusión para que te bajen el precio y caes en la cuenta que estás discutiendo por 50 céntimos, que has empleado parte del tiempo de tiempo de la visita y a lo mejor no compensa regatear tanto… Yo directamente paso de comprar, ¡sólo de pensarlo me agoto!, sin embargo Jose se lo pasa pipa.
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2 comentarios
Me ha encantado y me ha venido al pelo. Estamos pensando darnos un salto a Marruecos y Esauira era la gran incógnita. ¿Vamos o no? Ahora nos queda más clarita la respuesta.
Autor
¡Me alegra haberte ayudado! Y por favor a tu vuelta pásate por aquí y cuéntanos como te fue.
¡Feliz viaje!